Quino (Joaquín Salvador Lavado) es un maestro de las tiras de prensa. En los diez años que dibujó Mafalda desarrolló un estilo de dibujo y una maestría narrativa difícilmente superables. Quino es sobre todo un observador de su tiempo y la naturaleza humana. En sus 44 años de profesional, hace un análisis crítico del mundo en que vive y a través de sus historias y sus personajes de todo lo bueno y lo malo que tenemos las personas. Dentro de su larga producción de humor gráfico, es en sus trabajos menos conocidos (que no menos extenso) donde Quino demuestra una imaginación sin limites y un sentido del humor que raya en lo absurdo y surrealista. Pequeña biografía de Quino: Quino es un dibujante argentino (Mendoza, 1932). Hijo de inmigrantes españoles, la pérdida de sus padres durante su infancia hizo de él un niño solitario y taciturno, aislamiento que favoreció su dedicación al dibujo desde pequeño, guiado por su tío Joaquín Tejón, dibujante profesional. Estudió en 1a. Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Cuyo y, a los dieciocho años, se marchó a Buenos Aires a probar suerte con sus dibujos. Este primer viaje resultó infructuoso, por lo que, al concluir el servicio militar, volvió a intentarlo, aunque esta segunda vez lo hizo como dibujante publicitario y como tal trabajó varios años hasta que en 1962 el semanario Primera Plana aceptó publicar Mafalda como tira fija. Muy pronto, ese mundo infantil compuesto por arquetipos adultos que reflejaba a la clase media argentina se hizo tan famoso, que en 1965 empezó a publicarse diariamente en el periódico El Mundo para deleite de sus lectores. En 1968 Mafalda llegó a Europa, primero a Italia y luego a España; donde su éxito fue casi tan rotundo como en Buenos Aires; posteriormente se tradujo a varios idiomas y ganó popularidad en otros países. No obstante, en 1972 es decir a diez años del nacimiento del personaje su autor decidió no volver a dibujarlo, pues hasta entonces había vivido presionado por el ritmo que le imponían las tiras diarias. A partir de 1973, en que se instaló con su esposa en Milán, publicó varios libros de historietas humorísticas entre los que destaca la serie Mundo Quino, pero nunca alcanzaron la repercusión del legendario personaje y los de su entorno, que, a treinta años de su nacimiento y a más de veinte años de su desaparición, se repiten en pósters, juguetes, postales, camisetas y en todo objeto susceptible de estampación. En 1990 se acogió a la doble nacionalidad y adoptó la española, pero aunque residió algún tiempo en Madrid, regresó finalmente a Buenos Aires. En 1992 organizó una magna exposición en Madrid en la que exhibió reproducciones tridimensionales de sus personajes gráficos.
En movimiento..
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Hace 13 años